23 de agosto, Día Europeo Conmemorativo de las Víctimas del Estalinismo

 


Resolución Parlamento Europeo

Estimado radioyente:

Pocas personas en nuestro País se recuerdan que exactamente treinta y dos años atrás, el día 23

de agosto de 1989, se celebró el 50.º aniversario del Pacto Molotov-Ribbentrop, es decir el

acuerdo entre el nacismo y el comunismo. Fue en ese aniversario que se recordó a las víctimas de

los regímenes totalitarios mediante lo que se llamó la Cadena Báltica.

Ella consistió en una manifestación sin precedentes en la que participaron dos millones de

lituanos, letones y estonios, descendientes de quienes sufrieron la purga soviética y el exterminio

de una generación. Tomándose de la mano, formaron una cadena humana desde la ciudad de

Vilna -capital de Lituania-hasta la capital de Estonia, Tallin, pasando por Riga, capital de Letonia.

Los brazos de persona a persona alcanzaron una distancia de 659 km.

Un potente símbolo del rechazo a los crímenes cometidos por el régimen comunista.

En la ocasión el Parlamento Europeo dictó una resolución que involucró a todas las naciones

asociadas y que incluye una importante condenación a los crímenes cometidos por el comunismo

en ese Continente.

Como la memoria de muchos chilenos parece estar bastante débil a este propósito, y como

muchos jóvenes parecen ignorar estos hechos, nos pareció oportuno transcribir en este programa

las consideraciones de la Resolución del Parlamento Europeo para refrescar un poco la memoria.

Ella se titula “Importancia de la memoria histórica europea para el futuro de Europa”, y fue

aprobada el 19 de septiembre de 2019, en la ciudad de Estrasburgo, sede del Parlamento de ese

Continente.

Pasemos a la lectura de alguna de sus consideraciones:

“A. Considerando que este año se conmemora el 80.º aniversario del estallido de la Segunda

Guerra Mundial, que provocó un sufrimiento humano sin precedentes y dio lugar a la ocupación

de varios países europeos durante décadas;

“B. Considerando que hace 80 años, el 23 de agosto de 1939, la Unión Soviética comunista y la

Alemania nazi firmaron un Tratado de no Agresión, conocido como el Pacto Molotov-Ribbentrop, y

sus protocolos secretos, por el que Europa y los territorios de Estados independientes se repartían

entre estos dos regímenes totalitarios y se agrupaban en torno a esferas de interés, allanando así

el camino al estallido de la Segunda Guerra Mundial;

“C. Considerando que, como consecuencia directa del Pacto Molotov-Ribbentrop, al que le siguió

el Tratado de Amistad y Demarcación nazi-soviético de 28 de septiembre de 1939, la República de

Polonia fue invadida en primer lugar por Hitler y, dos semanas después, por Stalin, lo que privó al

país de su independencia y conllevó una tragedia sin precedentes para el pueblo polaco; que la

Unión Soviética comunista comenzó, el 30 de noviembre de 1939, una agresiva guerra contra

Finlandia y, en junio de 1940, ocupó y se anexionó partes de Rumanía (territorios que nunca

fueron devueltos) y se anexionó las repúblicas independientes de Lituania, Letonia y Estonia;

“D. Considerando que, tras la derrota del régimen nazi y el fin de la Segunda Guerra Mundial,

algunos países europeos pudieron reconstruirse y acometer un proceso de reconciliación, pero

otros siguieron sometidos a dictaduras, a veces bajo la ocupación o la influencia directa de la

Unión Soviética, durante medio siglo, y continuaron privados de libertad, soberanía, dignidad,

derechos humanos y desarrollo socioeconómico;

“E. Considerando que, mientras que los crímenes del régimen nazi fueron evaluados y castigados

gracias a los juicios de Núremberg, sigue existiendo la necesidad urgente de sensibilizar sobre los

crímenes perpetrados por el estalinismo y otras dictaduras, evaluarlos moral y jurídicamente, y

llevar a cabo investigaciones judiciales sobre ellos;

“F. Considerando que, en algunos Estados miembros, las ideologías comunista y nazi están

prohibidas por ley; “G. Considerando que, desde su inicio, la integración europea ha sido una respuesta a los

sufrimientos provocados por dos guerras mundiales y por la tiranía nazi, que condujo al

Holocausto, y a la expansión de los regímenes comunistas totalitarios y antidemocráticos en la

Europa Central y Oriental, (…) ; que para los países europeos que sufrieron la ocupación soviética y

las dictaduras comunistas, la ampliación de la Unión, que comenzó en 2004, supuso su regreso a la

familia europea, a la que pertenecen;

“H. Considerando que deben mantenerse vivos los recuerdos del trágico pasado de Europa, con el

fin de honrar la memoria de las víctimas, condenar a los autores y establecer las bases para una

reconciliación basada en la verdad y la memoria;

“I. Considerando que recordar a las víctimas de los regímenes totalitarios y reconocer y divulgar

el legado común europeo de los crímenes cometidos por las dictaduras comunista, nazi y de otro

tipo es de vital importancia para la unidad de Europa y de los europeos, así como para

consolidar la resiliencia europea frente a las amenazas externas actuales;

Resuelve, (entro otras medidas)

8. Pide a todos los Estados miembros que conmemoren el 23 de agosto como Día Europeo

Conmemorativo de las Víctimas del Estalinismo y del Nazismo a escala tanto nacional como de la

Unión, y que sensibilicen a la nueva generación con respecto a estas cuestiones incluyendo la

historia y el análisis de las consecuencias de los regímenes totalitarios en los planes de estudios

y los libros de texto de todas las escuelas de la Unión; pide a los Estados miembros que apoyen la

documentación del turbulento pasado de Europa, por ejemplo mediante la traducción de los

procedimientos de los juicios de Núremberg a todas las lenguas de la Unión;

15. Sostiene que Rusia sigue siendo la mayor víctima del totalitarismo comunista y que su

evolución hacia un Estado democrático seguirá obstaculizada mientras el Gobierno, la élite

política y la propaganda política continúen encubriendo los crímenes comunistas y ensalzando el

régimen totalitario soviético; pide, por tanto, a la sociedad rusa que acepte su trágico pasado;

16. Muestra su profunda preocupación por los esfuerzos de los actuales dirigentes rusos por

distorsionar los hechos históricos y ocultar los crímenes perpetrados por el régimen totalitario

soviético, esfuerzos que constituyen un peligroso elemento de la guerra de la información librada

contra la Europa democrática con el objetivo de dividirla, y pide a la Comisión, por tanto, que

luche firmemente contra ellos;

17. Expresa su preocupación por el hecho de que se sigan usando símbolos de los regímenes

totalitarios en la esfera pública y con fines comerciales, y recuerda que varios países europeos

han prohibido el uso de símbolos nazis y comunistas;”

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  1. No podemos transcribir el texto completo pues el espacio de nuestro programa no nos permite.

Pero lo anterior nos parece suficiente para recordar a los “compañeros de ruta” y continuadores

de los culpables de esas atrocidades que no basta hablar de los DDHH sin condenar los que el

comunismo produjo a lo largo de su siniestra historia.

¿Será que los representantes de la Convención Constitucional que hablan de “negacionismo”,

aceptarían esta resolución?

Nos quedan amargas dudas al respecto y por eso nos pareció oportuno recordar esta resolución,

cuyo aniversario se conmemora un día 23 de agosto, como este domingo.

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