En noviembre, Chile podría tener por primera vez una presidenta marxista: Janette Jara, militante del Partido Comunista, promotora del aborto libre y de una agenda contraria a la fe y la familia.
Pidamos a nuestros pastores que orienten a los católicos con claridad.
La candidata Janette Jara no oculta su postura a favor del aborto libre, gratuito y sin causales.
Ante esta situación inédita, hemos enviado una carta al Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, Mons. René Rebolledo Salinas, solicitándole que se pronuncie públicamente sobre si es moralmente lícito que un católico vote por ella.
Sr. Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile
Como es de su conocimiento, el próximo mes de noviembre, los chilenos deberemos concurrir a las urnas para elegir al próximo Presidente de la nación y a quienes deberán ocupar los cargos legislativos.
En esta ocasión, por primera vez en nuestra historia democrática, se presenta una candidata marxista, militante del Partido comunista, Sra. Janette Jara, quien se ha manifestado a favor del aborto libre, gratuito y sin causales.
En mi calidad de católico y chileno, quiero preguntarle a Monseñor si es moralmente lícito votar en favor de esta candidata marxista quien no oculta sus intenciones abortistas.
Presentamos a Monseñor que esclarezca las conciencias de los católicos, pues, conforme las enseñanzas de SS Juan Pablo II, nunca es lícito a un católico contribuir con su voto en favor de una opción que busca imponer el aborto libre: “En el caso pues de una ley intrínsecamente injusta, como es la que admite el aborto o la eutanasia, nunca es lícito someterse a ella, “ni participar en una campaña de opinión a favor de una ley semejante, ni darle el sufragio del propio voto.98” ([i])
Como hasta la fecha no ha salido a público ninguna nota oficial de la Conferencia Episcopal al respecto, y siendo que las elecciones se celebrarán en poco más de tres meses, venimos a solicitar un urgente esclarecimiento de la Conferencia Episcopal.
Como enseñó San Juan Pablo II en Evangelium Vitae:
“Nunca es lícito someterse a una ley intrínsecamente injusta, como es la que admite el aborto o la eutanasia… ni darle el sufragio del propio voto”.
Su firma es clave para que este llamado llegue con fuerza y urgencia.