por John Horvat II
El mal se desata sobre la nación con el asesinato de Charlie Kirk
La noticia de la muerte a tiros de Charlie Kirk ha conmocionado a la nación.
El presidente de Turning Point USA era un líder conservador que durante mucho tiempo había participado en debates libres y pacíficos en la plaza pública.
El hombre de 31 años, padre de dos hijos, recibió un disparo mientras debatía frente a una multitud en la Universidad del Valle de Utah en Orem, Utah. El asesino disparó desde lo alto de un edificio cercano y huyó del lugar.
El Sr. Kirk nunca rehuyó la controversia y estaba dispuesto a discutir todos los temas polémicos del momento dondequiera que aparecía. Sin embargo, siempre fue respetuoso con quienes se le oponían. Sus argumentos serenos y lógicos a menudo triunfaban.
Si bien el asesinato de un solo disparo dejó a la gente horrorizada, no fue una sorpresa total. Incidentes como el ataque satánico y lleno de odio contra los escolares de la Iglesia Católica de la Anunciación en Minneapolis muestran trágicamente cómo personas como el Sr. Kirk, que se aferran a algún tipo de ley moral, ahora son blanco del mal. El asesinato a puñaladas de Iryna Zarutska, de 23 años, en un tren en Carolina del Norte demuestra la ruptura del orden moral hasta el punto de que cualquier persona puede ser víctima inocente de un ataque brutal.
El asesinato del Sr. Kirk indica claramente que el mal se extiende ahora sobre la nación. Estos actos son consecuencia de las ideas liberales de que el bien y el mal son relativos, que los criminales no deben rendir cuentas por sus actos y que la sociedad debe ser culpada por su maldad individual.
Cuando la gente no cree en una ley moral ni en el pecado, y los funcionarios minimizan los actos criminales, se prepara el terreno para lo que ocurrió en Utah. La gente malvada ataca a quienes, como el Sr. Kirk, cuestionan sus narrativas liberales y progresistas y exigen el retorno al orden .
Este tiroteo debe reconocerse como lo que fue: un asesinato a sangre fría y planificado. Es un acto objetivamente perverso que debe ser condenado y procesado con la mayor firmeza.
Al mismo tiempo, este crimen cobarde no debe utilizarse para intimidar a quienes defienden una ley moral, se oponen al pecado y denuncian el mal. Todos estos defensores del orden que lamentan la pérdida de la nación tienen derecho a estar en la plaza pública y proclamar su mensaje, libre y pacíficamente. La vileza de este asesinato cobarde debería inspirar a los estadounidenses de los Diez Mandamientos a redoblar sus esfuerzos para que la nación recupere un orden moral y piadoso.
Mientras tanto, las oraciones de todos los estadounidenses temerosos de Dios, tan vilipendiados por los liberales que avergüenzan a sus oraciones, deben estar con el Sr. Kirk y su afligida familia.
Fuente: https://www.tfp.org/evil-is-unleashed-upon-the-nation-with-charlie-kirks-murder/
Crédito de la foto: © Gage Skidmore , CC BY-SA 4.0