De mi consideración:

Soy uno de los ocho millones de votantes que rechazamos el proyecto de nueva constitución y no quiero que recomience con la colaboración de los Partidos políticos que Uds. dirigen.

En el período previo al plebiscito Uds. se abstuvieron de conducir la campaña que obtuvo el triunfo aplastante. No es justo que ahora vengan a ser portavoces y representantes de una mayoría que no les corresponde.

Menos todavía que comiencen esas conversaciones sin consultar previamente a sus propias bases y a quienes votamos Rechazo.

Pero, más grave aún, es que Uds. ni si quiera pongan condiciones mínimas antes de sentarse a conversar con los ministros comunistas del Gobierno Boric.

Antes de cualquier conversación Uds. deben exigir:

1. reconocimiento del triunfo claro del Rechazo por parte del Gobierno;
2. compromiso serio y eficaz del combate al terrorismo;
3. excluir el concepto de plurinacionalidad
4. garantizar el derecho de nacer de todos los chilenos;
5. establecer el rol subsidiario del Estado, garantizando los derechos de propiedad privada, libre iniciativa y rol prioritario de los padres a educar a sus hijos;
6. exclusión de la ideología de género y educación sexual integral;
7. libertad a la práctica de la religión de modo público y sin limitaciones que no sean aquellas consideradas por la ley ordinaria.

Estas fueron las principales razones por las cuales el 62% de los chilenos votó Rechazo a un proyecto que intentó refundar al País, negando todos estos derechos. Ellas deben estar presentes en el llamado” borde” previo. De lo contrario la conclusión de las conversaciones promovidas por Uds. no pasará de un acuerdo espurio que terminará robando el resultado del plebiscito.

Esperemos que no sean Uds. los que contribuyan a recrear las condiciones que llevaron a iniciar este pésimo proceso constitucional.