INDULTO PRESIDENCIAL

Primero fue sorpresa, incredulidad; luego fue estupor y finalmente indignación: el Presidente había indultado a 12 delincuentes de la insurrección octubrista y un terrorista ex frentista, todos reos rematados, condenados por la justicia por graves delitos que perjudicaron a mucha gente y sembraron el terror en el país, bajo la explicación que “estos jóvenes no son delincuentes y es un compromiso personal que yo tenía”. Que no son delincuentes, es una aseveración que contradice el trabajo del Ministerio Público y las sentencias del Poder Judicial; y que es un compromiso personal, nos habla de la catadura política del Presidente que nos gobierna. Desde luego, al Presidente no le importó no informar reparación alguna para las víctimas de los delitos cometidos por los indultados.

Ahora surgen muchas preguntas sobre la motivación presidencial para decretar una medida tan imprudente, impopular y agresiva contra los ciudadanos: ¿Serán amigos del Presidente, de aquellos tiempos en que él incursionaba en las mismas andadas? ¿Estará amenazado el Presidente para obligarlo a cumplir su palabra de indultar a los condenados de la “primera línea”? ¿Estará el Presidente dando libertad a los insurgentes más preparados, decididos y capaces de organizar nuevas asonadas para influir en el proceso constitucional que se inicia? ¿Tendrá el Presidente intenciones ocultas que lo llevan a formar una “guardia pretoriana” con la que contar cuando lo necesite? ¿Se prepara, bajo el manto presidencial y de la extrema izquierda, un asalto definitivo al poder que requiere toda la fuerza de la “primera línea”, los batallones de ciclistas, motoristas, violentitas callejeros y anarquistas capaces de enfrentar a la policía, quemarlo y destruirlo todo para amenazar y atemorizar al país hasta que éste se entregue? En fin, la motivación del Presidente, para la más sorprendente y polémica decisión de su mandato, queda perdida en una serie de conjeturas que bien requieren de un análisis a fondo y una alerta ciudadana.

Francisco Bartolucci Johnston.